¿Te imaginas el paraíso en tu propia casa? Un pequeño rincón donde tu estrés desaparece, donde te entretienes y donde ponerte en contacto con naturaleza y si además te ayude a comer sano, ¿cuantas cosas saludables no? Que te parecería un huerto en tu terraza  o balcón.

Impulsados por los ayuntamientos, los huertos urbanos están en expansión.

Pero como no todos pueden tener un huerto en el extrarradio, también es posible cultivar hortalizas en balcones y terrazas. ¿Te Animas? te ayudo a preparar la tuya.

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¿Qué necesito para cultivar un huerto en mi terraza?

LUZ

Una buena exposición de luz de al menos 4-6 horas al día es muy importante  para la supervivencia  de nuestro pequeño experimento, También se puede cultivar con poca exposición de luz ,en este caso tenemos que informarnos un poco más de que cultivar, hay gran variedad de hortalizas para estas condiciones. También  te pueden ayudar ventanas que estén más expuestas al sol. Las orientaciones este-noreste o noreste serán las mejores.Si el lugar es muy ventoso tendremos que lograr frenarlo con alguna barrera hecha con plantas o con caña seca.

MACETAS

Nuestras macetas cuanto más grandes y profundas, mejores serán los resultados. Pueden ser Redondas o cuadradas, de pequeñas o grandes dimensiones, depende de lo que deseemos cultivar. Hay que tener en cuenta la profundidad necesaria según la hortaliza. Por ejemplo, las zanahorias necesitan una buena profundidad por las raíces, al igual que las patatas, pero si optas  por lechugas las macetas pueden ser más llanas y si te decides por tomates o pimientos necesitaras unas cañas secas  para que puedan crecer y desarrollarse en altura.

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Materiales de las macetas: ¿las necesito todas iguales?

Barro: Son la más usadas. El barro es poroso y las plantas necesitan riego más frecuente.

Cemento: son muy baratas pero pesadas y frágiles.

Fibrocemento: es muy liviano y duradero.

Plástico: livianas, económicas y fáciles de transportar. Retienen muy bien la humedad

Zinc: son livianas y no se oxidan. Si están a pleno sol pueden recalentar mucho la tierra.

Madera: pueden diseñarse a medida y deben pintarse de barniz para que duren más.

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Las macetas chiquitas sirven para cultivar plantas como las aromáticas. Se puede plantar tomillo, menta y estragón en una sola maceta. Mejor aún si se plantan sobre una base de tomates y calabazas. Para algunas perennes como el romero y la salvia hay que destinarles una maceta única. También se pueden usar cajas profundas de plástico o de madera. Es suficiente revestirla en el fondo con un paño grueso de plástico agujereado.

LA TIERRA:

Debe ser:

Ligera para permitir al agua llegar fácilmente a las raíces y para aportar los nutrientes de modo gradual;

Ligeramente ácida: el Ph ideal es entre 6 y 7. Más bajo es el valor, más ácida es la tierra;

Con la justa cantidad de sales minerales (entre 1,5 y 2 gramos). El mantillo tiene que siempre quedar húmedo, pero hay que también evitar regarlo demasiado.

Las macetas deben ser preparadas todas con arcilla o grava en el fondo. Al mantillo universal de jardinería hay que agregarle un poco de arena. Esta mezcla irá muy bien para todas las hortalizas. Tendrás que buscar hilos, guantes, regadera y vaporizador; tijeras y pinzas.

Todo esto lo puedes conseguir en cualquier tienda de jardinería  cercana a tu domicilio, allí te ayudaran con todas las dudas que te puedan surgir

SEMILLAS:

No existe planta, flor u hortaliza que nazca sin una semilla. Pero hay la alternativa: comprar plantines y trasplantarlos. Si es la primera vez, el procedimiento más simple son los plantines y los encontraras en  tiendas de jardinerías o incluso en mercados  especializados en los pueblos donde los propios puestos de ventas de verduras te ofrecen plantas  en crecimiento para su plantación. Si se usa semillas, es más fácil trabajar con semillas grandes como zanahorias. Y tendrás que tener más  paciencia porque tardaran más en  ver tus frutos pero disfrutaras  de verlos nacer y crecer, toda  una experiencia de sabiduría si tienes  hijos  que verán el ciclo vital y les hará mucha ilusión y seguro que a partir de ese momento tendremos más  ayuda.

SIEMBRA:

Poner en la maceta o en una caja una primera capa fina de tierra. Acomodar las semillas (evitando poner demasiadas) y cubrir con otra capa de tierra. Apretar ligeramente y mojar la tierra con la regadera. Mantener la tierra húmeda hasta que broten los plantines.

En este punto, distinguir cuáles son las más fuertes y vigorosas, y se trasplantan en macetas más grandes donde tienen espacio para crecer. Es importante estudiar el calendario de siembras y recolección.

Como semilleros se pueden usar también cajones de plástico y contenedores de supermercados, con la condición de que no tengan agujeros en el fondo. Cuando estén listos los plantines bastará con cortar el plástico con la tijera y transplantarlas a macetas.

 

TRANSPLANTE:

Es una operación simple que se utiliza tanto para las hierbas como para las hortícolas.

Necesitamos Disponer de una maceta más grande. Apoyar una capa de 3-5 centímetros de grava o arcilla. El objetivo es no rebalsar la tierra durante el riego. Llenar la maceta con la tierra hasta unos 5-6 centímetros del borde. Apoyar los plantines sobre la tierra hasta cubrir la base al menos 2 centímetros. Apretar ligeramente pero con decisión, y regar. Cuanto más  espacio tienen nuestros cultivos más crecerán y más  productivos serán. Eso es lo que buscamos trasplantándolo de sitio.

ABONO:

Es un proceso muy importante, junto con el agua es lo que le va dar la vida a nuestro florido huerto, Una buena forma de agregar nutrientes a una maceta ya plantada es el “compost”:

Se coloca una palada de compost o estiércol fermentado en una bolsa de arpillera o en una funda de almohada y se deja en remojo en un balde durante una semana. A los 7 días se vuelca el contenido del balde en una regadera y se diluye con agua en proporción de 1-8. Esta solución puede ser utilizada para regar o ser rociada sobre las hojas de las plantas por la que es llamada el “abono foliar”.

 

RIEGO :

Agua igual a vida no te olvides nunca ¡!!!!

No hay un solo método de riego. Algunas plantas necesitan más agua que otras. También depende de la exposición al sol, si es mayor, hace falta más agua. Para tener bajo control la humedad de la planta, se utiliza un «revisor de humedad» que se mete en la tierra y señala la temperatura y la humedad de la misma.

Algunos consejos:

Se puede regar con el agua en la que se han hervido verduras a temperatura ambiente, Regar lejos de las horas de sol, No “sobre-regar”. Si la tierra está húmeda, no volver a regar.

Espero que esta experiencia en casa  os  anime ¡! Empieza ya y verás  cómo tu balcón o terraza será una  gran fuente de salud  y de ocio para toda la  familia, ya me contareis como vais, un abrazo gordo.

Montse Alonso