Esa casa de nuestros abuelos que tantos buenos recuerdos nos trae, y que como todas las cosas necesitan una reforma , para poder seguir disfrutándola con más comodidad pero sin perder ese encanto que la caracteriza cuya estructura, vigas, suelos y/o techos, son de madera.
Al reformar las casas antiguas se requieren una serie de medidas excepcionales y algo especiales si se desean llevar a cabo con seguridad y eficiencia. No debemos olvidar que muchos de sus materiales estarán en mal estado.
Al reformar las casas antiguas se requieren una serie de medidas excepcionales y algo especiales si se desean llevar a cabo con seguridad y eficiencia. No debemos olvidar que muchos de sus materiales estarán en mal estado.
Si deseamos modificar la tabiquería o distribución de la vivienda, previamente hay que apuntalar la zona a derribar, pues si el tabique que se elimina es de carga, hay peligro de que el piso superior ceda o incluso que llegue a derrumbarse si no hemos apuntalado bien. Los problemas crecen cuando también ceden los tabiques del piso superior, instalaciones, etc.
En estos casos, cualquier modificación en la tabiquería, estructura o fachada, es conveniente que sea revisada y planeada, por un arquitecto, aparejador o técnico competente que se responsabilice.
Lo que a veces encontramos en casas antiguas al retirar la tarima del suelo es que solo esta formado por la tarima, debajo hallamos las vigas y solivas de madera, a veces es todo lo que hay formando el techo del vecino de abajo y del vecino de arriba. Se puede dar el problema de que si queremos quitar la tarima, directamente nos encontramos que el único apoyo para andar por la vivienda, son las solivas y las vigas.
En estos casos, es relativamente normal que durante el transcurso de la reforma, algún peón termine pisando una tablilla endeble y haga un agujero en el techo del vecino. La solución más fácil es colocar temporalmente planchas de madera aglomerada, de modo que sirvan de apoyo para pisar.
Es bueno tener en cuenta que al igual que las viviendas y edificios modernos, con estructura de hormigón, las casas con estructura de madera también tienen movimientos, más aún si cabe por la composición de la madera, la cantidad de humedad, y el tratamiento de la misma. Es normal encontrar rajas y aberturas en las paredes de las viviendas y escaleras.
Especialmente en las baños y cocinas nos fijaremos en su fontanería ya que será totalmente obsoleta, se debe cambiar la fontanería y los desagües en los casos de que la instalación tengan más de 10 años.
No pierdas la calma ante posibles imprevistos
Cuando tenemos una vivienda para reformar, podemos encontrarnos desde grifos o radiadores que gotean, tuberías viejas, desniveles en el suelo, instalaciones -por ejemplo, de calefacción central- que no se pueden tocar, averías varias, termitas, pasando por humedades, muros de carga imprevistos o, en el peor de los casos, amianto.
Por eso, no está de más, contar con el asesoramiento de un profesional. No obstante, no siempre es posible detectar vicios ocultos.
Incluso cuando compramos para reformar pueden surgir imprevistos como humedades, muros de carga…
Haz una lista con tus prioridades
Este tipo de contratiempos pueden provocar una importante ‘mordida’ a nuestro presupuesto, de tal manera que es necesario contar con un presupuesto holgado para poder hacer frente a ellos y seguir adelante con la reforma.
Las desviaciones del presupuesto generalmente se producen más por añadidos que queremos realizar que por imprevistos
Es muy frecuente que a mitad de obra se hagan cambios en las calidades, de ahí que lo aconsejable sea tener un colchón económico adicional en torno al 10% respecto a lo que nos queremos gastar».
Ponte en manos de profesionales
En ocasiones, lo barato puede salir caro. Es fundamental que nos pongamos en manos de profesionales -arquitectos, constructores…- para evitar disgustos y también para contar con el mejor asesoramiento en caso de imprevistos. Ellos sabrán cómo reaccionar ante ellos y buscar soluciones, Contactar con empresas de reformas de la zona. Solicitar varios presupuestos dependiendo siempre de la magnitud de la reforma a acometer para poder comprarlos y quedarse con el que mejor relación calidad – precio le ofrezcan y quién le cree mayor grado de confianza. No es necesario contratar con empresas de reformas, hay autónomos de este sector que son verdaderos manitas en todas sus disciplinas.
Y sobre todo paciencia mucha paciencia y una pizca de ilusión es la fórmula mágica perfecta, un gran abrazo
Montse Alonso
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